LA EDUCACIÓN DEL CONSUMIDOR COMO TEMA TRANSVERSAL
La Educación del Consumidor debe ser un proceso permanente cuya finalidad es aportar al consumidor, de forma gradual, secuenciada y acorde a su nivel evolutivo, toda una serie de elementos cognitivos, procedimientos y técnicas de trabajo que le permitan desarrollar actitudes conscientes, cívicas y solidarias, sintiéndose satisfecho de actuar de forma responsable ante los hechos de consumo.
La Educación del Consumidor debe contribuir al desarrollo integral de los alumnos, dotándoles de conceptos, procedimientos y actitudes que posibiliten la construcción de una sociedad de consumo cada vez más justa, solidaria y responsable, capaz de mejorar la forma de vida de todos sus ciudadanos, sin deteriorar el entorno.
La Educación del Consumidor debería por un lado posibilitar al alumno la adquisición de conceptos claros sobre su propia condición de consumidor, sus derechos y obligaciones como tal, el funcionamiento de la sociedad de consumo y los mecanismos de que dispone para actuar como consumidor informado.
Así como dotar a los alumnos de procedimientos que le permitan investigar la realidad, profundizar en las formas más adecuadas para la utilización, uso y disfrute de los bienes, productos y servicios que se ofertan en el mercado y hacer posible la resolución de problemas y la autonomía a la hora de elegir.
Además la Educación del Consumidor debería potenciar la aparición de actitudes, por un lado, positivas ante su propia educación e información como consumidor, por otro actitudes críticas ante el consumismo, la degradación ambiental y los fenómenos que le piden comportarse de forma consciente.
Sin olvidar una actitud de responsabilidad en sus actuaciones como consumidor y de solidaridad para con el resto de los consumidores, valorando la importancia de asociarse. Y por último, una actitud de respeto ante las leyes que rigen la convivencia armónica y saludable de los consumidores.
Objetivos generales para educar en un consumo responsable.
Algunas metas y objetivos a alcanzar podrían ser:
• Conocer nuestras responsabilidades como consumidores.
• Conocer algunos de los medios de comunicación social y nuevas tecnologías, su importancia en la sociedad actual como agentes transmisores de información y su poder de inducción y seducción.
• Entender y rechazar "el consumismo" como actitud solidaria con los que tienen menos.
• Desarrollar hábitos para ejercitar nuestros derechos y deberes como consumidores.
• Potenciar hábitos de "alimentación equilibrada".
• Desarrollar habilidades sociales permanentes como consumidores y usuarios.
• Utilizar los medios de comunicación social partiendo del análisis del mensaje que pretenden dar.
• Adoptar una actitud crítica ante determinada información.
• Sensibilizar y concienciar sobre los problemas del Tercer Mundo.
• Impulsar la organización de actividades que vincule la educación para el consumo con las fiestas que se celebren en el Centro: Navidad, fin de curso, etc.
• Vincular la educación para el consumo a otros ejes transversales con los que se relaciona e interactúa como: educación para la salud, educación medioambiental, educación no sexista, etc.
• Potenciar el valor de la educación para el consumo para lograr un cambio de hábitos y actitudes que contribuyan a un desarrollo personal equilibrado y maduro.
• Relacionar la educación para el consumo y los valores consumistas con la calidad de vida y estilo de vida saludable.
Actividad para educar en un consumo responsable
Toda actividad de educar para el consumo será doblemente interesante porque, aparte de su valor, contribuirá a romper las pautas regladas, con frecuencia monótonas, y a favorecer un concepto práctico de la educación y del aprendizaje a través de la experiencia.
La actividad a realizar seria:
• Aquella que suponga aprender los mecanismos para rellenar una hoja de reclamaciones y formular una denuncia.
- Buscar el impreso oficial de la hoja de reclamaciones de la junta de Andalucía en el siguiente enlace:
http://www.juntadeandalucia.es/gobernacion/opencms/portal/com/bin/portal/Consumo/ContenidosEspecificos/Hojasdequejasyreclamaciones/00013221dr.pdf
Criterios para un consumo responsable
Una de nuestras actividades cotidianas es ir de compras, consumir. Pero nuestro consumo en la mayoría de las ocasiones es sinónimo de “agotamiento”. No tenemos en cuenta las repercusiones para el medio ambiente y las personas que habitan el planeta de nuestros procesos de abastecimiento de bienes y servicios.
De acuerdo a la Declaración oficial de Naciones Unidas con motivo de la Cumbre de la Tierra de 2002 una de “las principales causas de que continúe deteriorándose el medio ambiente mundial son las modalidades insostenibles de consumo y producción, particularmente en los países industrializados". En este sentido Naciones Unidas hace un llamado a revisar estas modelos insostenibles, recurriendo a modelos de consumo responsable.
Por Consumo Responsable entendemos la elección de los productos y servicios no sólo en base a su calidad y precio, sino también por su impacto ambiental y social, y por la conducta de las empresas que los elaboran.
Otra acepción de Consumo Responsable, o consumo crítico, complementaria a la definición anterior, es aquel que implica consumir menos, eligiendo consumir sólo lo necesario, y estando atentos a cómo nos influye la publicidad en la creación de necesidades superfluas.
Es un imperativo de nuestro tiempo la realización de un cambio social en torno a nuestros hábitos de consumo. El principio fundamental es que todos somos corresponsables con nuestra compra de los impactos sociales y ambientales de la producción.
En el medio ambiente, soporte de la vida en la Tierra, teniendo en cuenta que debemos priorizar productos con menores impactos ambientales y reducir el consumo de los limitados recursos naturales de que disponemos.
En las personas, asumiendo y defendiendo solidariamente la obligación de garantizar los mismos derechos para todas ellas.
Cuando añadimos el calificativo de responsable a nuestro consumo estamos significando la importancia que tiene el consumidor para elegir entre las diversas opciones que le ofrece el mercado de bienes y servicios, teniendo en cuenta los productos que valoran la justicia social, la ética y la solidaridad, y la protección del medio ambiente.
La ciudadanía puede convertir su capacidad de compra en un importante instrumento de presión; como dice una organización pionera en estos temas, puede “votar por sus valores a través de su acto de compra”. El consumidor y consumidora tienen a su alcance la posibilidad de premiar a los mejores y rechazar a los peores, exigiendo el cumplimiento de determinadas garantías sociales, laborales y medio ambientales.
Criterios ambientales
Criterios sociales y éticos
CRITERIOS PARA UN CONSUMO RESPONSABLEPara ejercer un consumo responsable podemos hacernos una serie de preguntas:
¿Necesito lo que voy a comprar? ¿Quiero satisfacer un deseo? ¿Estoy eligiendo libremente o es una compra compulsiva? ¿Cuántos tengo ya? ¿Cuánto lo voy a usar? ¿Cuánto me va a durar? ¿Podría pedirlo prestado a un amigo o a un familiar? ¿Puedo pasar sin él? ¿Voy a poder mantenerlo/limpiarlo/repararlo yo mismo? ¿Tengo ganas de hacerlo?
¿He buscado información para conseguir mejor calidad y menor precio? ¿Cómo me voy a deshacer de él una vez que haya terminado de usarlo? ¿Está hecho con materiales reciclables? ¿Las materias primas que se usaron son renovables? ¿Hay algo que yo posea que pueda reemplazarlo? ¿Te has informado de quién y cómo se ha realizado el producto?
Cada uno de nosotros tenemos que dar la respuesta teniendo en cuenta que, en la mayoría de los casos, realizar un consumo responsable sólo implica realizar un cambio en nuestros hábitos de consumo que no conllevan comportamientos muy diferentes a los que ya tenemos, no producen inconvenientes considerables y no requieren esfuerzos específicos adicionales.
A la hora de comprar recuerda:
Debes hacerte las preguntas señaladas anteriormente y, sobre todo, si lo que vas a comprar va a satisfacer realmente una necesidad o deseo, o bien si lo compras compulsivamente.
Piensa a qué tipo de comercio quieres favorecer. No olvides que consumir productos locales, productos ecológicos o de comercio justo, productos naturales y productos reutilizados y reciclados, son sin duda las mejores opciones medioambientales y sociales.
Infórmate a cerca de las repercusiones sociales y medioambientales de los bienes y servicios. Pide información. Es tu derecho.
Asegúrate de la calidad de lo que compras, de cara a adquirir bienes más saludables y duraderos.
Busca alternativas que minimicen la explotación de los recursos naturales: segunda mano, reutilizar, intercambios, reparación.
Haz un buen mantenimiento de las cosas y cuando acabe la vida útil de un producto, ten en cuenta las posibilidades de reciclar los materiales de que está hecho.
En caso de ser defraudados, ejerce tus derechos como consumidor.
jueves, 7 de mayo de 2009
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